Amaral en Es Jardí

El pasado viernes 9 de agosto, la isla tenía una cita con Amaral en Es Jardí para repasar las mejores canciones de su discografía. Debía empezar la velada la mallorquina MDMAR, pero fue baja en el último momento y la tarde la amenizó el DJ Joni Theas.

Casi puntuales salían al escenario Eva Amaral y su banda al completo: Ricardo Esteban (bajo), Álex Moreno (batería), Miriam Moreno (saxo, coros, percusión y travesera), Tomás Virgós (teclado y percusión) y Juan Aguirre (guitarra y coros). Inmersos en el que será su próximo disco, que saldrá este año y del que ya adelantaron «Rompehielos» en el mes de junio, dieron un recital de esos en los que siempre sales victorioso: un setlist con las canciones más reconocidas que hacen que el público cante y baile de principio a fin, a lo que sumas una energía brutal y un discurso actual y revolucionario. Quien va, repite. Porque si algo caracteriza a Eva Amaral es su voz clara, fácil de entender, como sus letras, que no dejan lugar a dudas, y por eso mismo sus canciones ya son himnos que perdurarán en el tiempo.

La zaragozana, enfundada en un vestido vaporoso de color rojo flamante, eligió abrir la noche con «Sin ti no soy nada» y ya se preveía el éxito. Hasta ellos mismos se dieron cuenta:

Se me sale el corazón de estar aquí. No son palabritas dichas por decir. Es que nos habéis recibido de una manera brutal.

Venían después grandes éxitos como «Días de verano», «Toda la noche en la calle», «Salta», o «Estrella de mar». La misma Eva ya lo avisaba al principio: «No vamos a hacer un repaso por todas las canciones de nuestra discografía, porque si lo hiciéramos estaríamos cantando hasta mañana. Vamos a tocar canciones que reflejan cada momento. Y era importante que sonara en estos momentos ‘No sé qué hacer con mi vida'».

No sabemos qué estará pasando por esas cabezas para tener la necesidad de cantar esa canción. La visión desde fuera fue de una banda unida, conectada con su música y con el público, con fuerza y ganas de ofrecer un buen show.

Antes hacía referencia al vestido rojo que llevó, y al que ella misma le dio protagonismo en un momento de la noche en el que hubo un problema técnico que solucionaron en cuestión de segundos. Al solucionarse tan rápido, dijo que se había sentido como un Ferrari al que los mecánicos arreglan en tiempo récord en la F1. Y más con el vestido que llevaba esa noche.

Ferrari rojo o no, lo que sí puedo decir es que el concierto, que duró prácticamente dos horas, pasó volando. Así es como debe de ser un concierto en el que disfrutas, que conoces todas las canciones y donde la banda se presta a la conexión con los asistentes. Fue así como Eva sacó el megáfono plateado y gritó el título de la canción que nos conducía al final de la noche: «Revolución».

Después del primer bis era el momento de cantarle a los amigos: «Marta, Sebas, Guille y los demás» y a «El universo sobre mí». Pero ahí no terminaba el concierto: había un último bis en el que aprovecharon para presentar la banda y agradecer. Juan quiso así hacer una mención especial a Jaime y Toni de Sexy Sadie, quienes giraron con los maños durante algunos años y a los que quiso dedicar el concierto.

Llegaba entonces la última canción: «Cuando suba la marea». Al terminar, el público empezó a corear el nombre de la cantante, y ella misma puso la guinda del pastel con una frase para el recuerdo:

Os considero ahora mismo y para siempre mis amigos.

⬆ El directo de Eva Amaral es alucinante. Vozarrón nacional donde los haya, a la que no te cansas de escuchar.
⬇ Lo bueno del verano es poder organizar conciertos al aire libre. Lo malo del verano es el calor de los conciertos al aire libre.